El 29 de marzo de 1931 nació este hombre cuya vida está estrechamente vinculada a la del Che y las luchas por nuestra segunda independencia. Esa historia no podrá escribirse sin mencionar su nombre. Si quien escribe es honesto tendrá que rendir homenaje a Ciro pues somos muchos pueblos los que le estamos en deuda.
Conocí detalles de la vida y acción de Ciro Bustos a través de libros, filmes, artículos periodísticos, etc. No han sido pocas las veces que su historia limpia, recta, digna, leal ha sido distorsionada. Es lógico por el hecho de que su obra no puede ser ignorada por el enemigo. Las personas honestas no creímos nunca en distorsiones que sólo servían a intereses muy bien definidos.
Tuve la suerte de leer El Che quiere verte, magnífico libro de Ciro en el que está de manera muy sintética toda su historia, en rigor, una parte de la historia. A los lectores nos habría gustado una obra más detallada pues el estilo del escritor que es Ciro, (calificativo que él no acepta por modestia) nos motiva a acompañarlo en sus andares desafiando peligros y aclarando ideas a través de las páginas de su libro de alta demanda que los cubanos no hemos tenido posibilidad de comprar dentro de Cuba.
Admirado por mí, como aficionado a la historia del Che que soy, pedí y obtuve el libro a través de hermanos argentinos, Diego Martín específicamente. No se podrá hablar de la guerrilla de Masetti y del Che sin consultar esta obra. Ciro ha escrito todo lo que tenía que decir. Lo ha hecho con rigor histórico, con apego absoluto a la verdad. El libro debía publicarse en Cuba, que no tendría que pagar derechos de autor, por cierto.
El pasado diciembre tuve oportunidad de conocer personalmente a Ciro con quien me comunicaba muy frecuentemente vía internet. Nos encontramos en un café de Buenos Aires, es lo que él denomina su oficina en la gran ciudad. No tuve que preguntarle nada de lo que ya conocía por su libro. Sólo deseaba oírlo hablar de Cuba, conocer sus opiniones sobre la actualidad del continente. Quedé ampliamente complacido.
Este marzo es el de la foto mas conocida del Che, tomada por Korda (Alberto Díaz) el 5 de marzo de 1960, el de la partida de Granado igual día de 2011 y el del cumple de Ciro. Si pudiera obsequiarle un pastel no situaría las tradicionales velitas, sino una carabina como símbolo de todo lo que defendió Ciro. Y defiende.
Anduve con Ciro durante horas por calles de Buenos Aires. Es un magnifico anfitrión. ¿Podremos andar alguna vez por Santa Clara, en donde están sus compañeros, su Jefe y Granado, su amigo?
En distante ciudad sueca se encuentra Ciro. La salud a los 80, máxime cuando la vida ha transcurrido en medio de tantos episodios como en este caso, no puede andar todo lo bien que se desea. Sin embargo a Ciro se le ve muy bien.
Con sinceridad absoluta deseo a Ciro mucha salud, mucho trabajo y todo lo mejor del mundo tanto a él como a su familia. Incluyo en mi deseo que Ciro visite Santa Clara, Holguín, Cuba, en fin.
Cada vez nos van quedando menos personas que nos hablen del Che con la autoridad de haberlo conocido, decirnos sin tergiversaciones pagadas, las personas que cumplieron sus órdenes, que le fueron incondicionales, ¿Será justo privarnos de encontrarnos con Ciro? Con Ciro se puede discutir, de Ciro se puede disentir (no es mi caso) pero no se le puede ignorar.
Amigo Ciro: Acepte mi obsequio más sincero y simbólico en sus 80 juveniles años: una invitación a encontrarnos en Santa Clara. El Che se sentiría honrado.
Conocí detalles de la vida y acción de Ciro Bustos a través de libros, filmes, artículos periodísticos, etc. No han sido pocas las veces que su historia limpia, recta, digna, leal ha sido distorsionada. Es lógico por el hecho de que su obra no puede ser ignorada por el enemigo. Las personas honestas no creímos nunca en distorsiones que sólo servían a intereses muy bien definidos.
Tuve la suerte de leer El Che quiere verte, magnífico libro de Ciro en el que está de manera muy sintética toda su historia, en rigor, una parte de la historia. A los lectores nos habría gustado una obra más detallada pues el estilo del escritor que es Ciro, (calificativo que él no acepta por modestia) nos motiva a acompañarlo en sus andares desafiando peligros y aclarando ideas a través de las páginas de su libro de alta demanda que los cubanos no hemos tenido posibilidad de comprar dentro de Cuba.
Admirado por mí, como aficionado a la historia del Che que soy, pedí y obtuve el libro a través de hermanos argentinos, Diego Martín específicamente. No se podrá hablar de la guerrilla de Masetti y del Che sin consultar esta obra. Ciro ha escrito todo lo que tenía que decir. Lo ha hecho con rigor histórico, con apego absoluto a la verdad. El libro debía publicarse en Cuba, que no tendría que pagar derechos de autor, por cierto.
El pasado diciembre tuve oportunidad de conocer personalmente a Ciro con quien me comunicaba muy frecuentemente vía internet. Nos encontramos en un café de Buenos Aires, es lo que él denomina su oficina en la gran ciudad. No tuve que preguntarle nada de lo que ya conocía por su libro. Sólo deseaba oírlo hablar de Cuba, conocer sus opiniones sobre la actualidad del continente. Quedé ampliamente complacido.
Este marzo es el de la foto mas conocida del Che, tomada por Korda (Alberto Díaz) el 5 de marzo de 1960, el de la partida de Granado igual día de 2011 y el del cumple de Ciro. Si pudiera obsequiarle un pastel no situaría las tradicionales velitas, sino una carabina como símbolo de todo lo que defendió Ciro. Y defiende.
Anduve con Ciro durante horas por calles de Buenos Aires. Es un magnifico anfitrión. ¿Podremos andar alguna vez por Santa Clara, en donde están sus compañeros, su Jefe y Granado, su amigo?
En distante ciudad sueca se encuentra Ciro. La salud a los 80, máxime cuando la vida ha transcurrido en medio de tantos episodios como en este caso, no puede andar todo lo bien que se desea. Sin embargo a Ciro se le ve muy bien.
Con sinceridad absoluta deseo a Ciro mucha salud, mucho trabajo y todo lo mejor del mundo tanto a él como a su familia. Incluyo en mi deseo que Ciro visite Santa Clara, Holguín, Cuba, en fin.
Cada vez nos van quedando menos personas que nos hablen del Che con la autoridad de haberlo conocido, decirnos sin tergiversaciones pagadas, las personas que cumplieron sus órdenes, que le fueron incondicionales, ¿Será justo privarnos de encontrarnos con Ciro? Con Ciro se puede discutir, de Ciro se puede disentir (no es mi caso) pero no se le puede ignorar.
Amigo Ciro: Acepte mi obsequio más sincero y simbólico en sus 80 juveniles años: una invitación a encontrarnos en Santa Clara. El Che se sentiría honrado.
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