Desde el mismo 10 de marzo de 1952 cuando Fulgencio Batista Zaldívar propinó un demoledor zarpazo a la constitucionalidad que se vivía en Cuba desde 1940 con un funesto golpe de estado que le arrebató el poder a Carlos Prio Socarras, los estudiantes y la juventud cubana en general condenaron al militarote que ya conocían desde la caída de Gerardo Machado en 1933.
Ese mismo 10 de marzo los jóvenes dirigentes de la Federación Estudiantil Universitaria visitaron palacio para ofrecer al presidente su ayuda. En una segunda visita que hicieron los dirigentes estudiantiles para precisar detalles acerca de las armas prometidas ya estaba José Antonio que supo del golpe en su natal Cárdenas. No hubo armas.
Es importante consignar que los jóvenes que conocían los desmanes del presidente Prio no lo estaban apoyando a él, sino condenando a Batista y tratando de preservar el estado de derecho en que vivía Cuba, en donde una semanas después se producirían elecciones democráticas que acabarían con la corrupción auténtica. La condena al golpe, por esa razón, evidencia la madurez de los jóvenes. No fue posible, sin embargo, preservar la constitucionalidad y Batista se hizo con el poder por la fuerza.
La FEU fue una de las fuerzas que con más efectividad combatió la dictadura batistiana. Apoyaron a los asaltantes a los cuarteles de Santiago de Cuba y Bayamo cuando estos cumplían prisión y fueron de los que demandaron la amnistía de los mismos, la cual fue lograda en mayo de 1955. Fidel se fue a Méjico a organizar la nueva etapa de lucha.
Allá en Méjico se encontraron José Antonio y Fidel ocasión en que firmaron un documento que ha pasado a la historia como Carta de Méjico en donde las fuerzas que ambos dirigían se complementaban.
Imposibilitado José Antonio de llevar a cabo un levantamiento armado como el realizado el 30 de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba en apoyo al desembarco del Granma, como había acordado con Fidel, organizó la hombrada de atacar Palacio fuertemente protegido por fuerzas muy leales a Batista.
La gesta fue organizada minuciosamente y consistía en apoderarse de la guarida del dictador, ajusticiarlo en nombre de la Revolución por los crímenes con que había enlutado a Cuba y tomar el poder. Los jóvenes sabían que Batista había llegado al gobierno por la fuerza y sólo por la fuerza lo sacarían del Poder.
Los puntos a tomar eran: Palacio Presidencial, Radio Reloj y la Universidad de La Habana. Para ello contaban con armas y recursos suficientes. Los asaltantes a Palacio serían apoyados desde las azoteas próximas por un numeroso contingente de hombres dirigidos por un ex combatiente de la guerra civil española cuyo seudónimo era Ignacio González el cual se acobardó e impidió la operación de apoyo, lo que provocó el fracaso de la operación y la masacre cometida con los asaltantes heridos por los esbirros una vez recuperados del terror que los invadió. En la gesta murieron 25 hombres, más tarde fueron capturados y asesinados 4 combatientes en Humboldt # 7 víctimas de la miserable delación de Marcos Rodríguez el que debió enfrentar la justicia revolucionaria luego del 1959. Hubo 7 víctimas de la población civil.
Luego de tomar Radio Reloj José Antonio se dirigió a la universidad en su carro, pues por estarse construyendo el hoy hotel Habana Libre se quedó sin vanguardia ni retaguardia. El chofer del carro de José Antonio, sin que se le ordenara, enfrentó una patrulla policial que no les hizo resistencia, sin embargo, el líder estudiantil se lanzó sobre ellos disparando y fue baleado muy cerca de la Universidad.
Es imprescindible resaltar el coraje de aquellos jóvenes que les permitió llevar a cabo una acción de esta envergadura que no tuvo éxito sólo por el incumplimiento del plan previamente elaborado. Si el grupo de apoyo entra en acción no sólo se habría alcanzado la victoria sino que también se hubiera evitado la muerte de valiosos compañeros.
La juventud cubana de todos los tiempos ha sabido empinarse y enfrentar las más difíciles misiones; antes fue la lucha por alcanzar la libertad hoy por mantenerla. En la actualidad la juventud cubana sabe cual es su trinchera. De ello son ejemplos los 5 cubanos que desde hace más de 12 años están presos en cárceles de Estados Unidos de manera injusta o Dalexi el joven Ingeniero en Telecomunicaciones que nos acaba de explicar, con pruebas irrebatibles, como quieren aplastarnos los imperialistas yanquis.
Al homenajear a los héroes gloriosos del Asalto a Palacio el 13 de marzo de 1957, los cubanos creemos, como Félix Varela, que los jóvenes son la dulce esperanza de la patria.
Ese mismo 10 de marzo los jóvenes dirigentes de la Federación Estudiantil Universitaria visitaron palacio para ofrecer al presidente su ayuda. En una segunda visita que hicieron los dirigentes estudiantiles para precisar detalles acerca de las armas prometidas ya estaba José Antonio que supo del golpe en su natal Cárdenas. No hubo armas.
Es importante consignar que los jóvenes que conocían los desmanes del presidente Prio no lo estaban apoyando a él, sino condenando a Batista y tratando de preservar el estado de derecho en que vivía Cuba, en donde una semanas después se producirían elecciones democráticas que acabarían con la corrupción auténtica. La condena al golpe, por esa razón, evidencia la madurez de los jóvenes. No fue posible, sin embargo, preservar la constitucionalidad y Batista se hizo con el poder por la fuerza.
La FEU fue una de las fuerzas que con más efectividad combatió la dictadura batistiana. Apoyaron a los asaltantes a los cuarteles de Santiago de Cuba y Bayamo cuando estos cumplían prisión y fueron de los que demandaron la amnistía de los mismos, la cual fue lograda en mayo de 1955. Fidel se fue a Méjico a organizar la nueva etapa de lucha.
Allá en Méjico se encontraron José Antonio y Fidel ocasión en que firmaron un documento que ha pasado a la historia como Carta de Méjico en donde las fuerzas que ambos dirigían se complementaban.
Imposibilitado José Antonio de llevar a cabo un levantamiento armado como el realizado el 30 de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba en apoyo al desembarco del Granma, como había acordado con Fidel, organizó la hombrada de atacar Palacio fuertemente protegido por fuerzas muy leales a Batista.
La gesta fue organizada minuciosamente y consistía en apoderarse de la guarida del dictador, ajusticiarlo en nombre de la Revolución por los crímenes con que había enlutado a Cuba y tomar el poder. Los jóvenes sabían que Batista había llegado al gobierno por la fuerza y sólo por la fuerza lo sacarían del Poder.
Los puntos a tomar eran: Palacio Presidencial, Radio Reloj y la Universidad de La Habana. Para ello contaban con armas y recursos suficientes. Los asaltantes a Palacio serían apoyados desde las azoteas próximas por un numeroso contingente de hombres dirigidos por un ex combatiente de la guerra civil española cuyo seudónimo era Ignacio González el cual se acobardó e impidió la operación de apoyo, lo que provocó el fracaso de la operación y la masacre cometida con los asaltantes heridos por los esbirros una vez recuperados del terror que los invadió. En la gesta murieron 25 hombres, más tarde fueron capturados y asesinados 4 combatientes en Humboldt # 7 víctimas de la miserable delación de Marcos Rodríguez el que debió enfrentar la justicia revolucionaria luego del 1959. Hubo 7 víctimas de la población civil.
Luego de tomar Radio Reloj José Antonio se dirigió a la universidad en su carro, pues por estarse construyendo el hoy hotel Habana Libre se quedó sin vanguardia ni retaguardia. El chofer del carro de José Antonio, sin que se le ordenara, enfrentó una patrulla policial que no les hizo resistencia, sin embargo, el líder estudiantil se lanzó sobre ellos disparando y fue baleado muy cerca de la Universidad.
Es imprescindible resaltar el coraje de aquellos jóvenes que les permitió llevar a cabo una acción de esta envergadura que no tuvo éxito sólo por el incumplimiento del plan previamente elaborado. Si el grupo de apoyo entra en acción no sólo se habría alcanzado la victoria sino que también se hubiera evitado la muerte de valiosos compañeros.
La juventud cubana de todos los tiempos ha sabido empinarse y enfrentar las más difíciles misiones; antes fue la lucha por alcanzar la libertad hoy por mantenerla. En la actualidad la juventud cubana sabe cual es su trinchera. De ello son ejemplos los 5 cubanos que desde hace más de 12 años están presos en cárceles de Estados Unidos de manera injusta o Dalexi el joven Ingeniero en Telecomunicaciones que nos acaba de explicar, con pruebas irrebatibles, como quieren aplastarnos los imperialistas yanquis.
Al homenajear a los héroes gloriosos del Asalto a Palacio el 13 de marzo de 1957, los cubanos creemos, como Félix Varela, que los jóvenes son la dulce esperanza de la patria.
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