miércoles, 2 de febrero de 2011

José Martí: Un Hombre de todos los tiempos.


En días en que celebramos con júbilo el 158 aniversario del nacimiento de José Martí lo hacemos en medio de un momento decisivo de la historia de Cuba: Nos aprestamos a actualizar nuestro proyecto político siguiendo el consejo martiano de que…en cada momento se hace lo que cada momento requiere.

Es tan amplia y diversa la obra del Apóstol que es muy difícil para cualquier ponente seleccionar temática para una charla; tratándose de un cumpleaños queremos tratar un aspecto que ha estado un tanto escamoteado al gran público: su vida íntima y juvenil.

Por estos días hemos estado disfrutando del filme del cineasta cubano Fernando Pérez, Martí: el ojo del canario, realizador que acaba de ser premiado por la Sociedad Cultural José Martí que preside el Dr. Armando Hart. No expresaré mi opinión sobre el filme desde esta tribuna por no parecerme honrado, sin embargo, estará implícita en estas palabras. Sólo expresarles que en cuanto a eliminar ataduras se me parece al filme Fresa y chocolate que marcó un antes y un después en la temática que aborda.

La enorme bibliografía de que disponemos anterior y posterior a 1959 se ha centrado fundamentalmente en el héroe, patriota insigne, poeta de deslumbrantes versos, diplomático de alto vuelo, político genial y nos ha escamoteado el Hombre. Eso ha significado que para muchos sea alguien de perfección tal que se ha convertido en una estatua. Antes de 1959 se le llamó Santo de América con la pretensión deliberada de minimizarlo, de la misma manera que fue calumniado de una manera feroz para privarnos de su guía. Igual hacen hoy con el Che.

Yo acabo de recibir del Centro de Estudios Martianos un pequeño libro del mejicano Alfonso Herrera Franyutti , médico de profesión, investigador del Centro Martiano que él tituló Un alma de mujer llama a mi puerta, en donde Franyutti, así se le conoce, nos entrega al joven Martí, al adolescente Martí en su justa dimensión. De este autor recomiendo Martí en Méjico que aporta mucha información acerca del más universal de los cubanos.
Ya saben ustedes que el jovencito Martí fue detenido por habérsele encontrado a Fermín Valdés Domínguez la carta en que acusaban de apóstata, traidor, a Carlos de Castro y Castro, cadete españolizado, firmada por él, sin embargo lo que provoca la brutal sentencia de 6 años de presidio con trabajo forzado no es la carta sino el encendido discurso del joven ante el tribunal en que expone sus ideas de independencia. Algo inédito.
El escribe que llegó a presidio el 1 de abril de 1870, el cubano que no haya leído El Presidio Político en Cuba es tan culpable como el que no haya leído La Historia me Absolverá. Usted puede no leerse toda la obra de Martí, pero lo esencial, usted está obligado a leerlo, aun cuando no comparta sus ideas.
Es durante su estancia en presidio que hace referencia por primera vez a las mujeres, el 19 de abril de 1869, fecha en que le escribe a la madre una carta en que le dice entre otras cosas:
A Dios gracias el cuerpo de las mujeres se hizo para mí de piedra….

Se trata de un adolescente de mediados del siglo XIX cuando la percepción de un joven, en materia de sexo, distaba mucho de la actual, para bien casi siempre, o sea, cuando no hay exageraciones irresponsables. Quizás Martí joven se refería a esas mujeres que comerciaban su cuerpo. O a todas las mujeres a las que obviamente no conocía.
Cuando le es conmutada la pena por el destierro viaja a Madrid y se hospeda en una humilde casa de huéspedes ubicada curiosamente en la calle Desengaño No. 10, conoce a la viuda de un ilustre General que le brinda protección y contrata como maestro de sus hijas, escriben los curiosos que esta persona es la que él identifica como M, su amor madrileño…ya las mujeres no son para él como de piedra.
Luego habrá muchos nombres femeninos en la vida de José Martí: Fleich (carne en alemán) personaje de su obra Adultera inspirado en esa fémina cuya identidad desconocemos, Blanca Montalvo de la que dice que es…criatura de ojos más claros que la luz, en Zaragoza donde estudia con singular denuedo.
En el Méjico de 1875 conoce a Rosario de la Peña que despierta en él una pasión quemante, se le conoce como Rosario la de Acuña, pues el poeta Acuña, que la pretendió sin éxito, se suicidó por esa razón. Martí insistió con toda su artillería poética, cito:
Amor: ¡es más que amar! Aun se ama luego que se ha apagado de la vida el fuego.
De estos días hay un verso de contenido singularísimo:
¡Amar a un cuerpo es sepultarse en nieve!, obsérvese la profundidad de este detalle: no ve el amor a un cuerpo femenino como amor. Rosario de la Peña le obsesionó a toda hora, vean este ejemplo de Martí, ser humano, hombre cuando le escribe a la mujer que ama que lo rechaza, escribe:
Estoy en el Congreso, debía estar escribiendo la crónica de la sesión, y me pongo a escribir, no pensamientos que ahora no tengo, sino mi necesidad de que pasen las horas que me separan todavía de usted.
El hombre que es no puede impedir el recuerdo de su amada aunque él quiera no puede cumplir con su trabajo como corresponsal de prensa en el congreso y lo que hace es escribir a Rosario. Permítanme decirles que Rosario no cedió ante los encendidos reclamos de joven menor que ella, pues Martí prefería las damas mayores que él.
Hubo en Méjico otras féminas Edelmira Borrel, que se enamoró de él apasionadamente, Josefina Agüero de Osorio actriz cubana recién llegada, y el gran amor de su vida Carmen Zayas-Bazán Hidalgo en la que causa grata impresión desde que se conocieron, fue sin embargo el más agobiante de los amores de José Martí.
De Méjico viaja a Guatemala en donde conoce a María García Granados, joven de 16 años, alumna suya en la escuela Normal, hija de General y ex –Presidente, la joven se enamora ciegamente del Apóstol, él le confía su compromiso inviolable con Carmen, regresa a Méjico se casa con Carmen.
Vuelve a Guatemala con su esposa, no visita la casa del ex presidente por lo que recibe esta nota:
Hace seis días que llegaste a Guatemala y no hs venido a verme. ¿por qué eludes tu visita? Yo no tengo resentimiento contigo, porque tu siempre me hablaste con sinceridad respecto a tu situación moral de compromiso de matrimonio con la señorita Zayas Bazán./ Te suplico que vengas pronto, Tu niña.
El volvió, volvió casado, ella se murió de amor… el 11 de mayo de 1878 de una neumonía. Los andares de Martí lo llevaron luego a La Habana, a España de nuevo desterrado y a New York a donde llega el 3 de enero de 1880 y de inmediato inicia sus actividades periodísticas escribe entonces cito:
Este es el único país, de todos los que he visitado, donde he permanecido una semana sin sentirme atraído y profundamente prendado de alguna mujer. f/c
Allí se le unen Carmen y su hijo hay una relación tempestuosa entre ambos, la dualidad que él creyó encontrar en Carmen, Patria y Mujer no fue posible. Ese matrimonio se diluyó finalmente, pero ella fue fiel a su memoria hasta su muerte. Carmen tenía razón, como madre amantísima, Pepe también como padre amantísimo y como patriota ejemplarmente desinteresado. Cuando Carmen lo abandona en complicidad con las autoridades españolas Martí escribe a un amigo: Y pensar que sacrifiqué a María (la Niña de Guatemala) por Carmen.

Ya era demasiado tarde con ambas, pero casi nunca es tarde, se mantuvo en Martí la mujer que le fue más leal en toda su vida, igualmente mayor que él: Carmen Miyares, o sea Carmen Mantilla, fue la cubana, santiaguera, que lo amó, comprendió, protegió, ayudó, mimó, curó.
Nuestros Patricios lo fueron, pero fueron también seres humanos que tenemos que ir bajando del pedestal inalcanzable en que los hemos situado. En la medida que los humanicemos más, los tendremos más cerca de nosotros, mas creíbles, más humanos más nuestros.
Al rendir este homenaje al Apóstol y su familia pretendemos estimular el estudio de sus vidas, valorar crítica y constructivamente la película de Fernando Pérez y, sobre todo, seguir siendo fieles al hombre de la Edad de Oro, al autor intelectual del asalto al cuartel Moncada, al hombre que nos alertó acerca de las apetencias imperiales, él que nos dijo: impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy y haré es para eso.

A través de nosotros Martí tiene que impedir hoy que se los Estados Unidos se apoderen de Haití, consoliden su dominio en Honduras y Colombia, cuanto él hizo y tenemos que hacer nosotros es para eso. Es asunto de vida o muerte.

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