Al amanecer del 2 de diciembre de 1956, 82 expedicionarios amontonados en el yate Granma desembarcaron en Los Cayuelos, cerca de Las Coloradas, Cuba, procedentes de Santiago de la Peña, lugar próximo a Tuxpan, Méjico. La travesía demoró 7 días, dificilísima para los expedicionarios, pero especialmente, para el joven médico argentino, de 28 años, asmático, sin medicamentos, pero con una voluntad de titanio: el Teniente Médico de la Expedición Ernesto Guevara de la Serna.
Poco después, el día 5, los expedicionarios fueron sorprendidos, dispersados, algunos muertos en combate, heridos o asesinados en un lugar paradójicamente nombrado Alegría de Pío. Uno de los expedicionarios, aterrado, dejó una caja de balas al lado del argentino, el Che ante la imposibilidad de cargar la mochila con medicinas y la caja de balas optó por esta última, poco después una ráfaga lo impactó, sintió un fuerte dolor en el pecho, percibió sangre abundante, y con la autoridad que su condición de médico le confería se dio por muerto a si mismo. Acomodado como pudo empezó a recordar un cuento de Jack London…
Llegaron junto al argentino Ramiro Valdés y el Capitán Juan Almeida, quien le ordenó incorporarse pero el Che le dijo con absoluta ecuanimidad: Dejáme, que me han muerto, a la fuerza lo sacaron de aquel infierno de plomo y muerte, cada uno por un brazo, entretanto él les pedía que le vieran la herida en el pecho, al no hacerlo, él resignadamente, abrió su camisa buscando la perforación…años después en enero de 1959 le contó a Don Ernesto, su Viejo, lo sucedido al abrirse la camisa: ¿sabés viejo? cuando me di cuenta que no tenía perforación alguna en el pecho…me salieron alas en los pies y comencé a correr junto a ellos.
Lo cierto fue que el impacto principal se había producido en la salvadora caja de balas…
Pasaron desde entonces casi dos años de guerra, el argentino descolló como Jefe Militar, fue el primero de sus compañeros en ser ascendido a Comandante. Los Rebeldes se enfrentaron con éxito creciente a un Ejército poderoso, contando sólo con el apoyo de los campesinos serranos y de los hombres y mujeres que desde las ciudades cercanas les hacían llegar lo imprescindible, hasta que aprendieron a arrancarle al enemigo los recursos que necesitaban. El reducido grupo que sobrevivió al desastre de Alegría de Pío se fue reagrupando, se les fueron uniendo hombres y mujeres de la sierra y el llano, fueron librando pequeños combates en los que Ernesto se destacó de manera excepcional pues manifestaba un desprecio total hacia el peligro, a lo que se unía su capacidad para crear una red de servicios impresionante que incluyó una emisora de radio, Herrería, Panadería, impresión de un periódico, etc.
Ante la imposibilidad de destruirlos, el enemigo realizó una campaña de exterminio masivo de la población campesina, base de sustentación de los revolucionarios, pero los combatientes seguían allí e incluso en otros territorios sus simpatizantes apoyaron la formación de nuevos frentes de combate. En un momento difícil para el movimiento revolucionario cubano en abril de 1958, el dictador Fulgencio Batista, un asesino consumado, asesorado por una Misión Militar Norteamericana diseñó un Plan para acabar con Fidel, y de manera especial con el Che Guevara a quien acusaban de comunista.
En mayo de 1958 desplazaron 10 000 hombres en la zona donde estaban los rebeldes que eran alrededor de 300. El enemigo contaba con excelentes jefes militares para llevar a cabo la Ofensiva Final contra los fidelistas, soldados bien entrenados y mejor equipados, aviación, artillería, apoyo de la Base Naval de EUA en Guantánamo, oficiales como el siniestro Sánchez Mosquera un verdadero genocida, en fin todo lo necesario para lograr sus objetivos, sin embargo, las fuerzas de Fidel, Che, Camilo, Almeida y otros jefes rechazaron la poderosa Ofensiva Militar en 76 días ocasionándole al enemigo 1000 bajas entre ellos más de 400 prisioneros al tiempo que les ocuparon abundante material bélico. En esa fecha las fuerzas bajo la dirección de Fidel Castro se empezaron a denominar Ejército Rebelde para favorecer la unidad de todos los sectores oposicionistas.
Había llegado el momento decisivo para dar el golpe final a la dictadura, lo que Fidel Castro denominó, Contraofensiva adoptando la decisión de llevar la guerra al llano, para lo que organizó 6 Columnas que llevarían la guerra a todo el país, una de esas Columnas la No. 2 Antonio Maceo, dirigida por Camilo Cienfuegos debía llegar al extremo más occidental de Cuba, Pinar del Río, y la No 8 Ciro Redondo dirigida por Ernesto Guevara debía llevar la guerra a Las Villas en donde tendría el objetivo estratégico de batir incesantemente al enemigo en el territorio central de Cuba, paralizar el movimiento de tropas de Occidente a Oriente por tierra, así como lograr la unidad entre las fuerzas opositoras a Batista que operaban en el Escambray con muy distintas motivaciones, algo muy complejo.
La columna del argentino Comandante Guevara estaba integrada por 142 hombres seleccionados para realizar grandes esfuerzos, 132 armados y 10 desarmados, sus integrantes procedían de todas las provincias cubanas y participaba, además, el norteamericano Herman Marx (Abandonó la el país). Estaba previsto que saldrían en camiones lo que no fue posible, por lo que el 31 de agosto de 1958 emprendieron el recorrido de cientos de kilómetros desafiando peligrosas emboscadas, aguaceros torrenciales, ciclones, mosquitos, hambre, sed, persecución, enfermedades, delaciones, cansancio imposible de soportar y circunstancias que impedían descansar pues ello les podía costar la vida.
Pudieron evadir muchas emboscadas pero el 9 de setiembre cayeron en una, en La Federal, ya en territorio camagüeyano, en la que murió un compañero, fue herido Enrique Acevedo y el norteamericano además, algo muy grave: el enemigo los había localizado lo que hizo más dramática aquella epopeya que llenó de gloria al Che y sus hombres que, por fin, llegaron a El Obispo en las montañas del Escambray el 16 de octubre de 1958, después de 45 jornadas, eran un Ejército de Sombras según el Jefe Guerrillero. Luego de un breve descanso siguieron subiendo las empinadas elevaciones del macizo montañoso del Escambray hasta Caballete de Casa en donde Che estableció su Comandancia fundó la Escuela de Reclutas Ñico López, instaló una planta de radio, armería, hospital, tabaquería, farmacia, zapatería y otros servicios indispensables.
Juntas las Fuerzas del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, dirigidas por el Comandante Faure Chomón Mediavilla y las del Che enfrentaron y destrozaron la ofensiva enemiga en El Pedrero que se extendió desde el 29 de noviembre hasta el 4 de diciembre, Che utilizó de forma ágil y creadora la misma táctica que se había empleado con éxito en la Sierra Maestra. Tres batallones muy bien equipados no lograron vencer a los rebeldes los cuales no pudieron ser desalojados, tal como había sucedido en la Sierra Maestra. Había llegado el principio del fin.
Esta victoria rebelde y otros factores permitieron que el Che fuera ocupando pueblos y ciudades, aislándolos entre si , además, con el objetivo de ir aislando paulatinamente la capital provincial, Santa Clara, estando listo para iniciar la Ofensiva Final contra la provincia el 16 de diciembre de 1958 fecha en que se produjo el ataque a Fomento, al que siguieron, Guayos, Cabaiguán, Placetas, Caibarién, Remedios, Sancti Spíritus, Zulueta, Meneses, Manicaragua, Báez y otros poblados más pequeños. Ello significaba que la Ciudad de Santa Clara, situada en el centro de la isla, con 150 000 habitantes estaba aislada. La táctica del Che había dado el resultado por él previsto para lo que contó con Camilo Cienfuegos que había recibido órdenes de mantenerse en esta región por las complejidades de la misma y su importancia estratégica e igualmente con las fuerzas del Directorio Revolucionario.
Al amanecer del 28 de diciembre de 1958, procedentes de Placetas y por una vía que el enemigo no descubriría llegaron a la Universidad Central Marta Abreu, allí estuvieron poco tiempo, luego partieron hacia la ciudad de Santa Clara, a sólo 8 kilómetros de distancia, por la carretera a Camajuaní en ese trayecto, alrededor de las 8 horas, fueron sorprendidos en una curva por dos tanquetas con las que entablaron desigual combate en que cayeron 5 combatientes rebeldes, los blindados retrocedieron así como también el Che regresó a la Universidad para atender a los heridos y trasladar los cuerpos sin vida de los caídos para que fueran sepultados en territorio liberado. Además de las bajas era muy lamentable que el enemigo los había ubicado ya en las proximidades de la ciudad. Se produjo entonces el único error de apreciación del Che: le dijo a su colega el médico y comandante rebelde Oscar Fernández Mell -Tomar Santa Clara nos llevará un mes de combate.
En realidad el enemigo contaba con todas las ventajas posibles, bien posesionados, descansados, avituallados, etc pero…desmoralizados. Contaban con un verdadero Arsenal, 3000 hombres aproximadamente, situados estratégicamente en los edificios más altos y resistentes así como un poderoso Tren Blindado detenido en las cercanías de las Lomas del Capiro (que estaba imposibilitado de continuar viaje hacia el oriente cubano pues desde el día 16 habían sido destruidos los puentes sobre el río Sagua la Chica en Falcón, tanto en la vía férrea como en la carretera central) esta fortaleza rodante contaba con 21 vagones, dos locomotoras, un coche de pasajeros habilitado como Salón de Operaciones, y una vagón cargado de arena, 36 oficiales, 450 soldados cuyo Jefe era el Coronel Florentino Rosell Leyva, regresó a La Habana el día 26, y huyó hacia territorio norteamericano (supo que había órdenes de detención en su contra) en su Yate de Recreo Lugo de secuestrar el Patrón del yate del humorista Federico Piñero. Batista ordenó a su Fuerza Aérea hundir ese yate, pero el piloto del B-26 al que se le encomendó esa misión…también huyó con igual destino claro está. Además del Regimiento estaban la Estación de Policía, Servicio de Vigilancia de Carreteras, Escuadrón 31 de la Guardia Rural, Cárcel Provincial…
El Che tenía pocos recursos, pero sabía donde estaban por lo que una vez recuperado de la sorpresa, con su Estado Mayor organizó las Fuerzas y dio a cada Oficial su Misión en la Batalla de Santa Clara: -Cap. Rogelio Acevedo, ocuparía el Palacio de Justicia y la Cárcel Provincial. -Cap. Roberto Rodríguez El Vaquerito, Jefe del famoso Pelotón Suicida con 24 hombres atacaría la Estación de Policía, en donde había más de 300 hombres muy bien equipados. -Cap. Ramón Pardo Guerra, con sus hombres se ubicaría en la línea de ferrocarril para impedir el posible retroceso del Tren Blindado y que esos militares se refugiaran en el regimiento Leoncio Vidal. -Cap. Miguel Álvarez en colaboración con fuerzas del Directorio atacaría el Servicio de Vigilancia de Carreteras. -Cap. Raúl Nieves y el Tte Víctor Dreke del Directorio Revolucionario atacarían el Escuadrón 31 de la Guardia Rural. -Cap. Luís A. Zayas, con 50 hombres atacaría las Lomas del Capiro. -Tte Emerio Reyes avanzaría hacia el centro de la ciudad.
Conforme a este Plan el Che sería el encargado de rendir el Regimiento que era la posición del enemigo más poderosa y a cuyo ataque se llegaría luego de que las demás posiciones fueran tomadas y se contara con armas, hombres y municiones suficientes, entre tanto Che estableció su Comandancia en un amplio edificio donde radicaba una dependencia de Obras Públicas. El Comandante Faure Chomón estableció la Comandancia del Directorio Revolucionario en el edificio donde radicaba la embotelladora de la Coca-Cola y fue habilitado para la atención médica, a sus hombres y a quien lo necesitara, el edificio de Maternidad Obrera próximos ambos al Escuadrón 31 de la Guardia Rural. La dinámica de los acontecimientos impidió que todo se hiciera exactamente como se había previsto por los lógicos ajustes a realizar sobre la marcha.
Las fuerzas de la dictadura atrincherada en las Lomas del Capiro entablaron feroz combate con lo rebeldes los cuales ya el día 29 habían tomado esa posición con bajas fatales de ambos grupos, el enemigo entonces buscó refugio en el bien blindado tren. El Argentino, como decían al Che entonces sus compañeros y la población civil, decidió levantar 20 metros de vía férrea, sin dar detalles. El Comandante Ignacio Gómez Calderón, nuevo Jefe, impedido de avanzar decidió retroceder a toda máquina por lo que al llegar al lugar previsto por el Che se produjo el descarrilamiento, un breve enfrentamiento en el que tuvo excepcional participación la población, una tregua y la posterior rendición de centenares de hombres desmoralizados militarmente. Era la tarde del 29 de diciembre de 1958. El arsenal ocupado permitió armar a combatientes que estaban en la Escuela de Reclutas Ñico López de Caballete de Casa y otros hombres que se incorporaron a la lucha que se hizo especialmente intensa en dos lugares: el Escuadrón 31 de la Guardia Rural y la Estación de Policía.
La población civil siguiendo órdenes precisas del Che bloqueó las calles y avenidas de la ciudad con todo lo que les fue posible, ómnibus, autos, obstáculos de todo tipo que impedían al enemigo desplazarse en auxilio de las posiciones atacadas. Fueron tomadas la Audiencia, el Gobierno Provincial, el Gran Hotel, en donde varios asesinos retuvieron como rehenes a civiles y apostaron francotiradores, el Servicio de Vigilancia por Carretera que el pueblo denominaba Cuartel de los Caballitos. Los demás reductos también caerían en manos de los revolucionarios en unas horas.
La dictadura batistiana impotente ante el avance rebelde, e indignada por la cooperación de los santaclareños a los atacantes ordenó bombardear indiscriminadamente la ciudad, lo hicieron de manera salvaje produciendo un elevado número de muertes en la población civil: 23 personas incluidos 6 niños de 2 a 13 años, así como numerosos heridos.
El 31 de diciembre se rindió la Estación de Policía, hecho logrado con menos bajas porque los dueños de las casas circundantes permitieron que se hicieran huecos en las paredes interiores y pudieran acercarse los atacantes lo mas posible a la fortificación sin ser vistos, por otra parte, la población compartía con los libertadores todo lo que tuvieran con gusto inmenso. Un hecho fatal ensombreció este triunfo: El Vaquerito, Roberto Rodríguez Fernández Jefe del Pelotón Suicida que poseía una brillante hoja de servicios, cayó herido de muerte el día 30 a unas horas de la victoria. Aun existen en Santa Clara personas que lo recuerdan. Sobre este Héroe hay numerosas leyendas.
Se combatía en el Escuadrón 31de la Guardia Rural intensamente desde el día 28, por parte de las tropas del Directorio Revolucionario dirigidas por Raúl Nieves y otros dirigentes de esa organización, pero en las primeras horas del ya 1 de enero se rindieron. Frente al lugar había enterrado varios caídos en el combate que fue en verdad encarnizado. Debe aclararse que muchos soldados de Batista peleaban contra los Rebeldes porque se les había hecho creer que los revolucionarios asesinaban a los prisioneros.
A esa hora ya había rumores según los cuales el dictador Fulgencio Batista Zaldívar, responsable de la muerte, desaparición, sufrimientos, robos, malversaciones, entreguismo a Estados Unidos había huido. La Historia tiene que juzgar a ese hombre como lo que es: un Asesino y un bandido de lo que es prueba los millones que poseen sus herederos. Si en Batista hay un Héroe también Adolf Hitler, Mussoloni, Pinochet, Somoza, etc, lo son. Al abandonar Batista el país se trató de escamotear el triunfo revolucionario con maniobras Made In U.S.A ante las cuales Fidel reaccionó rápida y eficazmente.
El día 1 de enero se rindió el Regimiento No.3 Leoncio Vidal incondicionalmente, sin ninguna manifestación de violencia. El pueblo se reunió enfrente celebrando con júbilo el fin de una de las dictaduras más sangrientas de América y el triunfo definitivo ya inminente.
El Ejército Rebelde tuvo 13 bajas fatales y el de la dictadura 18 en un enfrentamiento que sólo duró 4 días pues ya el 31 de diciembre este pueblo celebró no sólo la despedida del 1958 sino también el fin de la dictadura de Batista. Era la primera vez que el Che llegaba a Santa Clara y a una gran Ciudad cubana, le impactó tanto la colaboración que recibió de este pueblo que al retirarse a La Habana a cumplir importantes tareas que Fidel le encomendó le dirigió un mensaje en que dice entre otras cosas: …al retirarse nuestra columna…lo hacemos…con el sentimiento de dejar un lugar querido y profundos afectos personales.
Santa Clara recibió después del triunfo muchas veces al Che, la simpatía era recíproca, pues trabajó mucho por el desarrollo de este pueblo que sintió profunda alegría cuando supo que Ernesto había sido declarado cubano por nacimiento, honor que sólo han recibido dos Héroes en nuestra historia. Lo sucedido luego es historia conocida. Ernesto regresó definitivamente a Santa Clara el 14 de octubre de 1997 por la misma ruta de la primera vez que había viajado a La Habana, pero ya no era ni argentino ni cubano, era universal. Para compromiso, honor y orgullo nuestro desde entonces esta es definitivamente Ciudad del Che.
Testimonio Gráfico
Poco después, el día 5, los expedicionarios fueron sorprendidos, dispersados, algunos muertos en combate, heridos o asesinados en un lugar paradójicamente nombrado Alegría de Pío. Uno de los expedicionarios, aterrado, dejó una caja de balas al lado del argentino, el Che ante la imposibilidad de cargar la mochila con medicinas y la caja de balas optó por esta última, poco después una ráfaga lo impactó, sintió un fuerte dolor en el pecho, percibió sangre abundante, y con la autoridad que su condición de médico le confería se dio por muerto a si mismo. Acomodado como pudo empezó a recordar un cuento de Jack London…
Llegaron junto al argentino Ramiro Valdés y el Capitán Juan Almeida, quien le ordenó incorporarse pero el Che le dijo con absoluta ecuanimidad: Dejáme, que me han muerto, a la fuerza lo sacaron de aquel infierno de plomo y muerte, cada uno por un brazo, entretanto él les pedía que le vieran la herida en el pecho, al no hacerlo, él resignadamente, abrió su camisa buscando la perforación…años después en enero de 1959 le contó a Don Ernesto, su Viejo, lo sucedido al abrirse la camisa: ¿sabés viejo? cuando me di cuenta que no tenía perforación alguna en el pecho…me salieron alas en los pies y comencé a correr junto a ellos.
Lo cierto fue que el impacto principal se había producido en la salvadora caja de balas…
Pasaron desde entonces casi dos años de guerra, el argentino descolló como Jefe Militar, fue el primero de sus compañeros en ser ascendido a Comandante. Los Rebeldes se enfrentaron con éxito creciente a un Ejército poderoso, contando sólo con el apoyo de los campesinos serranos y de los hombres y mujeres que desde las ciudades cercanas les hacían llegar lo imprescindible, hasta que aprendieron a arrancarle al enemigo los recursos que necesitaban. El reducido grupo que sobrevivió al desastre de Alegría de Pío se fue reagrupando, se les fueron uniendo hombres y mujeres de la sierra y el llano, fueron librando pequeños combates en los que Ernesto se destacó de manera excepcional pues manifestaba un desprecio total hacia el peligro, a lo que se unía su capacidad para crear una red de servicios impresionante que incluyó una emisora de radio, Herrería, Panadería, impresión de un periódico, etc.
Ante la imposibilidad de destruirlos, el enemigo realizó una campaña de exterminio masivo de la población campesina, base de sustentación de los revolucionarios, pero los combatientes seguían allí e incluso en otros territorios sus simpatizantes apoyaron la formación de nuevos frentes de combate. En un momento difícil para el movimiento revolucionario cubano en abril de 1958, el dictador Fulgencio Batista, un asesino consumado, asesorado por una Misión Militar Norteamericana diseñó un Plan para acabar con Fidel, y de manera especial con el Che Guevara a quien acusaban de comunista.
En mayo de 1958 desplazaron 10 000 hombres en la zona donde estaban los rebeldes que eran alrededor de 300. El enemigo contaba con excelentes jefes militares para llevar a cabo la Ofensiva Final contra los fidelistas, soldados bien entrenados y mejor equipados, aviación, artillería, apoyo de la Base Naval de EUA en Guantánamo, oficiales como el siniestro Sánchez Mosquera un verdadero genocida, en fin todo lo necesario para lograr sus objetivos, sin embargo, las fuerzas de Fidel, Che, Camilo, Almeida y otros jefes rechazaron la poderosa Ofensiva Militar en 76 días ocasionándole al enemigo 1000 bajas entre ellos más de 400 prisioneros al tiempo que les ocuparon abundante material bélico. En esa fecha las fuerzas bajo la dirección de Fidel Castro se empezaron a denominar Ejército Rebelde para favorecer la unidad de todos los sectores oposicionistas.
Había llegado el momento decisivo para dar el golpe final a la dictadura, lo que Fidel Castro denominó, Contraofensiva adoptando la decisión de llevar la guerra al llano, para lo que organizó 6 Columnas que llevarían la guerra a todo el país, una de esas Columnas la No. 2 Antonio Maceo, dirigida por Camilo Cienfuegos debía llegar al extremo más occidental de Cuba, Pinar del Río, y la No 8 Ciro Redondo dirigida por Ernesto Guevara debía llevar la guerra a Las Villas en donde tendría el objetivo estratégico de batir incesantemente al enemigo en el territorio central de Cuba, paralizar el movimiento de tropas de Occidente a Oriente por tierra, así como lograr la unidad entre las fuerzas opositoras a Batista que operaban en el Escambray con muy distintas motivaciones, algo muy complejo.
La columna del argentino Comandante Guevara estaba integrada por 142 hombres seleccionados para realizar grandes esfuerzos, 132 armados y 10 desarmados, sus integrantes procedían de todas las provincias cubanas y participaba, además, el norteamericano Herman Marx (Abandonó la el país). Estaba previsto que saldrían en camiones lo que no fue posible, por lo que el 31 de agosto de 1958 emprendieron el recorrido de cientos de kilómetros desafiando peligrosas emboscadas, aguaceros torrenciales, ciclones, mosquitos, hambre, sed, persecución, enfermedades, delaciones, cansancio imposible de soportar y circunstancias que impedían descansar pues ello les podía costar la vida.
Pudieron evadir muchas emboscadas pero el 9 de setiembre cayeron en una, en La Federal, ya en territorio camagüeyano, en la que murió un compañero, fue herido Enrique Acevedo y el norteamericano además, algo muy grave: el enemigo los había localizado lo que hizo más dramática aquella epopeya que llenó de gloria al Che y sus hombres que, por fin, llegaron a El Obispo en las montañas del Escambray el 16 de octubre de 1958, después de 45 jornadas, eran un Ejército de Sombras según el Jefe Guerrillero. Luego de un breve descanso siguieron subiendo las empinadas elevaciones del macizo montañoso del Escambray hasta Caballete de Casa en donde Che estableció su Comandancia fundó la Escuela de Reclutas Ñico López, instaló una planta de radio, armería, hospital, tabaquería, farmacia, zapatería y otros servicios indispensables.
Juntas las Fuerzas del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, dirigidas por el Comandante Faure Chomón Mediavilla y las del Che enfrentaron y destrozaron la ofensiva enemiga en El Pedrero que se extendió desde el 29 de noviembre hasta el 4 de diciembre, Che utilizó de forma ágil y creadora la misma táctica que se había empleado con éxito en la Sierra Maestra. Tres batallones muy bien equipados no lograron vencer a los rebeldes los cuales no pudieron ser desalojados, tal como había sucedido en la Sierra Maestra. Había llegado el principio del fin.
Esta victoria rebelde y otros factores permitieron que el Che fuera ocupando pueblos y ciudades, aislándolos entre si , además, con el objetivo de ir aislando paulatinamente la capital provincial, Santa Clara, estando listo para iniciar la Ofensiva Final contra la provincia el 16 de diciembre de 1958 fecha en que se produjo el ataque a Fomento, al que siguieron, Guayos, Cabaiguán, Placetas, Caibarién, Remedios, Sancti Spíritus, Zulueta, Meneses, Manicaragua, Báez y otros poblados más pequeños. Ello significaba que la Ciudad de Santa Clara, situada en el centro de la isla, con 150 000 habitantes estaba aislada. La táctica del Che había dado el resultado por él previsto para lo que contó con Camilo Cienfuegos que había recibido órdenes de mantenerse en esta región por las complejidades de la misma y su importancia estratégica e igualmente con las fuerzas del Directorio Revolucionario.
Al amanecer del 28 de diciembre de 1958, procedentes de Placetas y por una vía que el enemigo no descubriría llegaron a la Universidad Central Marta Abreu, allí estuvieron poco tiempo, luego partieron hacia la ciudad de Santa Clara, a sólo 8 kilómetros de distancia, por la carretera a Camajuaní en ese trayecto, alrededor de las 8 horas, fueron sorprendidos en una curva por dos tanquetas con las que entablaron desigual combate en que cayeron 5 combatientes rebeldes, los blindados retrocedieron así como también el Che regresó a la Universidad para atender a los heridos y trasladar los cuerpos sin vida de los caídos para que fueran sepultados en territorio liberado. Además de las bajas era muy lamentable que el enemigo los había ubicado ya en las proximidades de la ciudad. Se produjo entonces el único error de apreciación del Che: le dijo a su colega el médico y comandante rebelde Oscar Fernández Mell -Tomar Santa Clara nos llevará un mes de combate.
En realidad el enemigo contaba con todas las ventajas posibles, bien posesionados, descansados, avituallados, etc pero…desmoralizados. Contaban con un verdadero Arsenal, 3000 hombres aproximadamente, situados estratégicamente en los edificios más altos y resistentes así como un poderoso Tren Blindado detenido en las cercanías de las Lomas del Capiro (que estaba imposibilitado de continuar viaje hacia el oriente cubano pues desde el día 16 habían sido destruidos los puentes sobre el río Sagua la Chica en Falcón, tanto en la vía férrea como en la carretera central) esta fortaleza rodante contaba con 21 vagones, dos locomotoras, un coche de pasajeros habilitado como Salón de Operaciones, y una vagón cargado de arena, 36 oficiales, 450 soldados cuyo Jefe era el Coronel Florentino Rosell Leyva, regresó a La Habana el día 26, y huyó hacia territorio norteamericano (supo que había órdenes de detención en su contra) en su Yate de Recreo Lugo de secuestrar el Patrón del yate del humorista Federico Piñero. Batista ordenó a su Fuerza Aérea hundir ese yate, pero el piloto del B-26 al que se le encomendó esa misión…también huyó con igual destino claro está. Además del Regimiento estaban la Estación de Policía, Servicio de Vigilancia de Carreteras, Escuadrón 31 de la Guardia Rural, Cárcel Provincial…
El Che tenía pocos recursos, pero sabía donde estaban por lo que una vez recuperado de la sorpresa, con su Estado Mayor organizó las Fuerzas y dio a cada Oficial su Misión en la Batalla de Santa Clara: -Cap. Rogelio Acevedo, ocuparía el Palacio de Justicia y la Cárcel Provincial. -Cap. Roberto Rodríguez El Vaquerito, Jefe del famoso Pelotón Suicida con 24 hombres atacaría la Estación de Policía, en donde había más de 300 hombres muy bien equipados. -Cap. Ramón Pardo Guerra, con sus hombres se ubicaría en la línea de ferrocarril para impedir el posible retroceso del Tren Blindado y que esos militares se refugiaran en el regimiento Leoncio Vidal. -Cap. Miguel Álvarez en colaboración con fuerzas del Directorio atacaría el Servicio de Vigilancia de Carreteras. -Cap. Raúl Nieves y el Tte Víctor Dreke del Directorio Revolucionario atacarían el Escuadrón 31 de la Guardia Rural. -Cap. Luís A. Zayas, con 50 hombres atacaría las Lomas del Capiro. -Tte Emerio Reyes avanzaría hacia el centro de la ciudad.
Conforme a este Plan el Che sería el encargado de rendir el Regimiento que era la posición del enemigo más poderosa y a cuyo ataque se llegaría luego de que las demás posiciones fueran tomadas y se contara con armas, hombres y municiones suficientes, entre tanto Che estableció su Comandancia en un amplio edificio donde radicaba una dependencia de Obras Públicas. El Comandante Faure Chomón estableció la Comandancia del Directorio Revolucionario en el edificio donde radicaba la embotelladora de la Coca-Cola y fue habilitado para la atención médica, a sus hombres y a quien lo necesitara, el edificio de Maternidad Obrera próximos ambos al Escuadrón 31 de la Guardia Rural. La dinámica de los acontecimientos impidió que todo se hiciera exactamente como se había previsto por los lógicos ajustes a realizar sobre la marcha.
Las fuerzas de la dictadura atrincherada en las Lomas del Capiro entablaron feroz combate con lo rebeldes los cuales ya el día 29 habían tomado esa posición con bajas fatales de ambos grupos, el enemigo entonces buscó refugio en el bien blindado tren. El Argentino, como decían al Che entonces sus compañeros y la población civil, decidió levantar 20 metros de vía férrea, sin dar detalles. El Comandante Ignacio Gómez Calderón, nuevo Jefe, impedido de avanzar decidió retroceder a toda máquina por lo que al llegar al lugar previsto por el Che se produjo el descarrilamiento, un breve enfrentamiento en el que tuvo excepcional participación la población, una tregua y la posterior rendición de centenares de hombres desmoralizados militarmente. Era la tarde del 29 de diciembre de 1958. El arsenal ocupado permitió armar a combatientes que estaban en la Escuela de Reclutas Ñico López de Caballete de Casa y otros hombres que se incorporaron a la lucha que se hizo especialmente intensa en dos lugares: el Escuadrón 31 de la Guardia Rural y la Estación de Policía.
La población civil siguiendo órdenes precisas del Che bloqueó las calles y avenidas de la ciudad con todo lo que les fue posible, ómnibus, autos, obstáculos de todo tipo que impedían al enemigo desplazarse en auxilio de las posiciones atacadas. Fueron tomadas la Audiencia, el Gobierno Provincial, el Gran Hotel, en donde varios asesinos retuvieron como rehenes a civiles y apostaron francotiradores, el Servicio de Vigilancia por Carretera que el pueblo denominaba Cuartel de los Caballitos. Los demás reductos también caerían en manos de los revolucionarios en unas horas.
La dictadura batistiana impotente ante el avance rebelde, e indignada por la cooperación de los santaclareños a los atacantes ordenó bombardear indiscriminadamente la ciudad, lo hicieron de manera salvaje produciendo un elevado número de muertes en la población civil: 23 personas incluidos 6 niños de 2 a 13 años, así como numerosos heridos.
El 31 de diciembre se rindió la Estación de Policía, hecho logrado con menos bajas porque los dueños de las casas circundantes permitieron que se hicieran huecos en las paredes interiores y pudieran acercarse los atacantes lo mas posible a la fortificación sin ser vistos, por otra parte, la población compartía con los libertadores todo lo que tuvieran con gusto inmenso. Un hecho fatal ensombreció este triunfo: El Vaquerito, Roberto Rodríguez Fernández Jefe del Pelotón Suicida que poseía una brillante hoja de servicios, cayó herido de muerte el día 30 a unas horas de la victoria. Aun existen en Santa Clara personas que lo recuerdan. Sobre este Héroe hay numerosas leyendas.
Se combatía en el Escuadrón 31de la Guardia Rural intensamente desde el día 28, por parte de las tropas del Directorio Revolucionario dirigidas por Raúl Nieves y otros dirigentes de esa organización, pero en las primeras horas del ya 1 de enero se rindieron. Frente al lugar había enterrado varios caídos en el combate que fue en verdad encarnizado. Debe aclararse que muchos soldados de Batista peleaban contra los Rebeldes porque se les había hecho creer que los revolucionarios asesinaban a los prisioneros.
A esa hora ya había rumores según los cuales el dictador Fulgencio Batista Zaldívar, responsable de la muerte, desaparición, sufrimientos, robos, malversaciones, entreguismo a Estados Unidos había huido. La Historia tiene que juzgar a ese hombre como lo que es: un Asesino y un bandido de lo que es prueba los millones que poseen sus herederos. Si en Batista hay un Héroe también Adolf Hitler, Mussoloni, Pinochet, Somoza, etc, lo son. Al abandonar Batista el país se trató de escamotear el triunfo revolucionario con maniobras Made In U.S.A ante las cuales Fidel reaccionó rápida y eficazmente.
El día 1 de enero se rindió el Regimiento No.3 Leoncio Vidal incondicionalmente, sin ninguna manifestación de violencia. El pueblo se reunió enfrente celebrando con júbilo el fin de una de las dictaduras más sangrientas de América y el triunfo definitivo ya inminente.
El Ejército Rebelde tuvo 13 bajas fatales y el de la dictadura 18 en un enfrentamiento que sólo duró 4 días pues ya el 31 de diciembre este pueblo celebró no sólo la despedida del 1958 sino también el fin de la dictadura de Batista. Era la primera vez que el Che llegaba a Santa Clara y a una gran Ciudad cubana, le impactó tanto la colaboración que recibió de este pueblo que al retirarse a La Habana a cumplir importantes tareas que Fidel le encomendó le dirigió un mensaje en que dice entre otras cosas: …al retirarse nuestra columna…lo hacemos…con el sentimiento de dejar un lugar querido y profundos afectos personales.
Santa Clara recibió después del triunfo muchas veces al Che, la simpatía era recíproca, pues trabajó mucho por el desarrollo de este pueblo que sintió profunda alegría cuando supo que Ernesto había sido declarado cubano por nacimiento, honor que sólo han recibido dos Héroes en nuestra historia. Lo sucedido luego es historia conocida. Ernesto regresó definitivamente a Santa Clara el 14 de octubre de 1997 por la misma ruta de la primera vez que había viajado a La Habana, pero ya no era ni argentino ni cubano, era universal. Para compromiso, honor y orgullo nuestro desde entonces esta es definitivamente Ciudad del Che.
Testimonio Gráfico
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