miércoles, 4 de julio de 2012

El Dr. Esteban Morales Domínguez: un intelectual revolucionario.


Entre los atractivos que ha tenido siempre la Mesa Redonda de la televisión cubana, para mí,  han sido los diálogos sostenidos entre Taladrid y el Dr. Morales Domínguez. Era un duelo entre dos hombres de profundas convicciones revolucionarias, dos contendientes fraternales que sólo discutían cuestiones de fondo, no de contenido.
Hace algún tiempo el Dr. Morales enfrentó algunos problemas que son del conocimiento de todos los interesados pues no ha habido nada oculto al respecto. Cuando leí el artículo impresionante de Esteban Morales: La corrupción la verdadera contrarrevolución, sentí indignación e impotencia y lo reflejé en mi blog  unas notas tituladas: Volveremos a quemar a Bayamo. Reitero lo escrito allí, no retiro una sílaba.
No pensé nunca que iba a tener la posibilidad de conocer y tratar a Esteban Morales, lo que sucedió el pasado mes de junio los días 13 y 14 en la UNEAC villaclareña y el  centro cultural El Mejunje, un paraíso de la tolerancia y comprensión  humanas para sus asiduos.
Grabé parte de las palabras del comunista, revolucionario y académico destacado, cito algunas ideas expresadas por él de manera textual:
La Revolución cubana es de las masas, no del Partido…Revolución es movimiento, es oposición a todo lo que no sea eso.
Mandar no es dirigir.
Muchos vivimos la Crisis de Octubre, vivimos girón, tuvimos las bandas contrarrevolucionarias, tuvimos un periodo especial, tuvimos una crisis económica bien dura, pero nosotros tenemos que asumir el momento que estamos viviendo como el más difícil a superar…
…ahora nosotros tenemos problemas políticos serios que resolver que creo que forman parte de lo que Raúl ha dado en llamar la necesidad del cambio de mentalidad…que toca a muchos niveles. Durante años fuimos pocos combativos y los problemas se fueron enquistando, los malos métodos, de trabajo de las organizaciones políticas y de masas y nosotros protestábamos continuamente…
La contrarrevolución cambia de matices, cambia de pelambre…yo escribí un artículo que se llama: La contrarrevolución no siempre es la misma…la contrarrevolución en estos momentos trabaja dentro de Cuba en un proceso en el cual el objetivo central de esa contrarrevolución es hacer que Raúl quede como un demagogo.
Con lo que Raúl ha hecho y ha dicho, desde mi punto de vista clínico, no hace falta que nadie me venga a dar clases, ni nadie me venga a decir, como revolucionario, qué es lo que yo tengo  que hacer.
Hay que asumir en ese sentido una actitud muy combativa, y eso lo sintetizo en una frase: quien quiera seguir siendo revolucionario tiene que librar su propia guerra, sus propias batallas y correr los riesgos que le vengan encima…yo  no me voy a morir triste, apesadumbrado, ni pensando, a última hora, que debí haber dicho esto y no lo dije. Me voy a morir tranquilito.
…seguiré haciendo uso de mi derecho, como revolucionario, a criticar todo lo que debo criticar, yo no voy a tirar mi carnet del partido, ni del CDR, ni mi libreta de abastecimiento…esa es mi posición, es la posición que hay que asumir porque esa es la posición a que Raúl nos está llamando. Hasta aquí la síntesis de las palabras de Esteban Morales.
Ante Esteban Morales solo se puede sentir admiración por la vibrante defensa que hace a la Revolución, su discurso sincero puede parecer subversivo sólo a quienes afecte. Nunca será a la Revolución Cubana de quien es hijo legítimo. Al volver a oírlo se percibe claramente los puntos de coincidencia entre estos planteamientos y los expuestos en la Universidad de La Habana por el gran disidente que es Fidel Castro en el 2005.
Tengo en mi poder mas partes de sus conferencias, en las que trató con claridad envidiable lo relativo al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, la campaña electoral de ese país, la conducta de la secretaria de estado del señor Obama, a la que conoce muy bien y ha caracterizado de forma excelente.
En el encuentro con el Dr. Esteban Morales Domínguez expresé entre otras ideas: Dr. después que usted no está en la Mesa Redonda, la Mesa Redonda no es la misma. ¿Cuándo volveremos a verlo pinchando a Taladrid analizando temas de la política imperial yanqui?


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