viernes, 17 de junio de 2011

En Cuba no hay derechos humanos…



…concebidos tales como los de España en donde hay más de 4 millones de desempleados, centenares de miles de personas hambrientas, millones de personas viviendo por debajo del nivel de pobreza. Aunque yo no entiendo eso de los niveles de pobreza muy bien. Sin embargo el peninsular Yánez-Barnuevo si debe saberlo muy bien. Es increíble que este señor manifieste preocupación por los derechos humanos en Cuba justo en los momentos en que vemos las impactantes imágenes de un pueblo apaleado por la policía española.

Desde aquí somos solidarios con los que se han denominado indignados que han rodeado el Parlamento local para evitar que sus legisladores debatan y aprueben el presupuesto que supone una drástica reducción de gastos sociales.

Los cubanos sabemos distinguir muy bien a los españoles del grupo de Valeriano Weyler y del pequeño José María Aznar del grupo de los grandes Federico Capdevila y Nicolás Estébanez. O de las mujeres españolas representadas por La Pasionaria.

Este humilde servidor del imperio que ocupa una alta responsabilidad en el actual gobierno español es del grupo de Weyler. Nos vemos obligados a recordarle que su gobierno de entonces nos entregó al imperio yanqui en diciembre de 1898; que prefirieron entregarnos a USA antes que reconocer a un pueblo heroico que había combatido contra ellos en las más difíciles condiciones por espacio de 30 años y al que ellos llamaban siempre fiel.

Señor Secretario de Estado: Los cubanos no somos los analfabetos que ustedes despreciaron y explotaron por siglos. Produce estupor e indignación que en momentos tan dramáticos para el pueblo español, al cual admiramos y respetamos, usted se detenga a hablar de derechos humanos en Cuba. Usted pretende ayudar con argumentos torcidos a los enemigos del pueblo cubano.

En estos momentos han podido burlarse del pueblo con helicópteros, pero sepa que habrá un momento en que no podrán hacerlo ni con cohetes. El pueblo español al que usted debiera servir con lealtad les pasará la factura en su momento a tantos hipócritas entre los cuales no es usted el más importante.

Sé un poquito de Historia de mi país. Aquí no vivimos en un paraíso, por muchas razones, de las cuales no tenemos que darle a usted ni sus patrocinadores explicación alguna. Ni a nadie fuera de nuestras fronteras. Pero sepa que en los últimos más de 50 años no hemos gastado una gota de agua disolviendo manifestaciones, no hemos torturado ni desaparecido un preso contrarrevolucionario…

Sufrimos los efectos de un bloqueo salvaje. Pero vivimos erguidos y orgullosos. Nuestros problemas son tan nuestros como nuestras palmas a las que cantó José Martí. Resuelvan la situación de sus indignados electores. Luego nos resultará grato discutir con usted de derechos humanos, si lo aceptara, pero con nosotros como Fiscales. Habría mucho que dilucidar…

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