lunes, 21 de febrero de 2011

El Che: es un paradigma de la juventud mundial.


Ernesto Guevara de la Serna empezó a ser considerado una figura paradigmática mucho antes de ser asesinado el 9 de octubre de 1967, sin embargo, cuando Fidel Castro pronunció un discurso de homenaje a su memoria el 18 de octubre siguiente en la Plaza de la Revolución José Martí en el que expresó su deseo de que nuestros niños fueran como él todos aceptamos que el gran argentino - cubano era el mejor de los ejemplos. Trataremos de exponer algunas ideas que justifican hayamos tomado la figura del Che como el mejor ejemplo en la formación de nuestros niños y jóvenes.
El Che empezó a convertirse en una personalidad paradigmática desde que, siendo muy joven, recorrió parte de su país y de Nuestra América. Durante ese viaje forjador aprendió y enseñó. Narra Alberto Granado que en una ocasión en que estaban tratando a una hermosa joven de 17 años que padecía lepra, la paciente insistía en decir que tenía sensibilidad en sus músculos. Granado trataba de convencer a Ernesto de que ella mentía quizás por un íntimo recurso de defensa. Entonces Granado le introdujo, sin necesidad de ello, una aguja. La joven no lo notó. Él tenía razón. Pero su gesto enfureció a Ernesto que lo acusó de insensible. La joven no sufrió pero el futuro Che si. Su comportamiento profundamente humano siempre fue ejemplar.
Ya en los días en que entrenaba para participar en la expedición que lo traería a Cuba demostró una perseverancia y fortaleza impresionantes; pese a su asma participaba en todas las actividades por fuertes que fueran. Era de una conducta ejemplar.
Luego del desembarco, que él calificó de naufragio, mostró tal resistencia ante las adversidades que causaba admiración en los demás; el Argentino como le decían entonces, estaba presto siempre a realizar las más difíciles misiones, incluso las que ponían en peligro su vida. El paradigma que es Ernesto Guevara se forjó, principalmente en la guerra y luego en las difíciles jornadas de la reconstrucción de un país destruido no sólo por la guerra sino también por casi 500 años de colonialismo y neocolonialismo. Siempre fue un ejemplo. Un hombre sin una sola mancha, según Fidel Castro.
Las provincias centrales, Las Villas, antiguamente, fueron testigo de la importante labor llevada por el Che es esa una delas razones por as cuales la Universidad Central marta Abreu le confirió, el lunes 28 de diciembre el título de Dr. Honoris Causa en Pedagogía.
Los académicos que debieron valorar la propuesta y otorgar la alta distinción, en general, no compartían las ideas del Che, sin embargo, no pudieron objetar nada en contra del comandante Guevara pues en realidad había llevado a cabo una labor importante en la formación de sus compañeros, había sido pionero en la alfabetización en Cuba y su ejemplaridad estaba fuera de toda duda. En ocasión de recibir la mencionada condición el Che expresó:

Tengo que puntualizar como principio de estas palabras que solamente acepto el título que hoy se me ha conferido, como un homenaje general a nuestro ejército del pueblo. No podría aceptarlo a título individual por la sencilla razón de que todo lo que no tenga un contenido que se adapte solamente a lo que quiere decir, no tiene valor en la Cuba nueva; y cómo podría aceptar yo personalmente, a título de Ernesto Guevara, el grado de Doctor Honoris Causa de la Facultad de Pedagogía, si toda la pedagogía que he ejercido ha sido la pedagogía de los campamentos guerreros, de las malas palabras, del ejemplo feroz, y creo que eso no se puede convertir de ninguna manera en un toga; por eso sigo con mi uniforme del Ejército Rebelde aunque puedo venir a sentarme aquí, a nombre y representación de nuestro ejército, dentro del Claustro de Profesores.

A pesar de sus enormes méritos él consideraba con t verdadera modestia que no reunía méritos para tan alta distinción, esa modestia, sencillez, honestidad entre otras virtudes son las que lo han convertido en un paradigma de la juventud cubana y del mundo. Sus excepcionales dotes como dirigente, estadista escritor, guerrillero, etc lo situaron en un lugar cimero de nuestra historia; por derecho ganado en vida el Che es un gran maestro de juventudes. Es ya muy común ver su imagen portada por manifestantes en cualquier lugar del mundo.
El ser un paradigma ideal está demostrado en la conducta de los 5 compatriotas nuestros encarcelados en Estados Unidos de América que se formaron en el ejemplo del Che. Sólo teniendo un modelo casi perfecto de conducta como es el Che, pueden los jóvenes emprender tareas tan peligrosas y arriesgadas como la de penetrar el enemigo y frustrar sus planes criminales. Che fue motivación de esos combatientes anti terroristas como lo fue también de los 300 000 combatientes que fueron a distintos lugares del mundo a luchar por la libertad de otros pueblos, los miles de profesionales que prestan servicios en más de 100 países del mundo constituyes igual ejemplo.
La UJC tiene la figura del Che en su logotipo precisamente por lo que significa para la juventud cubana a la que él dedicó mucho tiempo en su etapa de organización inicial en 1959. Fue él precisamente quien aprobó ese logotipo con la indicación de que a las efigies de Mella y Camilo no se uniera ninguna más. Cuando él fue asesinado los jóvenes cubanos acordaron situarlo en el logotipo de la UJC considerando que de esa forma no violaban una indicación suya, sólo le rendían merecido homenaje.

En otro momento de su discurso memorable en la Universidad Central Marta Abreu expresó:

Y, ¿qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba, y si este pueblo que hoy está aquí y cuyos representantes están en todos los puestos del Gobierno, se alzó en armas y rompió el dique de la reacción, no fue porque esos diques no fueron elásticos, no tuvieron la inteligencia primordial de ser elásticos para poder frenar con esta elasticidad el impulso del pueblo, y el pueblo que ha triunfado, que está hasta malcriado en el triunfo, que conoce su fuerza y se sabe arrollador, está hoy a las puertas de la Universidad, y la Universidad debe ser flexible, pintarse de negro, de mulato, de obrero, de campesino, o quedarse sin puertas, y el pueblo la romperá y él pintará la Universidad con los colores que le parezca.

Situándonos en fecha tan reciente posterior al triunfo de la Revolución es imprescindible reconocer la profundidad del compromiso del Che con la juventud cubana para la cual quería una educación libre de privilegios y de racismos.

Es claro que ya en esta fecha el Che tenía claramente diseñado el propósito de la Revolución en cuanto a la necesidad de la superación de los jóvenes a los que el Che les concedía importancia vital, sin embargo, también se dirigía a los que no eran jóvenes, los profesores, para alertarlos en el sentido de que el pueblo tomaría la Universidad si se le negaba su acceso a la misma.

En marzo de 1965 cuando regresaba de un largo viaje escribió una cara a Carlos Quijano, Director de una publicación uruguaya que se conoce como El socialismo y el hombre en Cuba en donde esclarece una serie de conceptos importantes derivados de las calumnias de los enemigos de la Revolución.

Allí expresa: En este periodo de construcción del socialismo podemos ver el hombre nuevo que va naciendo. Su imagen no está todavía acabada; no podría estarlo nunca ya que el proceso marcha paralelo al desarrollo de formas económicas nuevas.

Escribe más adelante: La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud: en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera

La juventud cubana tiene en Ernesto Guevara un paradigma porque fue uno de los dirigentes de la Revolución Cubana, que junto a Fidel, Raúl y Camilo el pueblo cubano quiso y quiere de manera entrañable. Fue su heroísmo y desinterés proverbiales los que lo situaron en ese lugar al que él no aspiró nunca; de seguro que jamás creyó que el pudiera ser considerado paradigma, su conducta ejemplar en todos los sentidos fue quien lo situó en ese concepto de manera legítima.

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