lunes, 18 de julio de 2011

Mis broncas con el Che…







Edison Velázquez está cumpliendo hoy, 19 de julio de 2011, 80 años, su vida la ha dedicado a la Revolución Cubana, primero combatiendo en las filas del Ejército Rebelde y luego en diversas responsabilidades en los últimos 50 años. Por compartir el apellido Velázquez y ser holguineros ambos unas veces dice que somos primos, otras hermanos de ideas guevarianas, etc. Yo le rindo homenaje hoy al hermano mayor que nunca tuve.
Edison trabajó mucho junto al Che, el Argentino lo apreciaba y aceptaba los exabruptos del joven impetuoso de sólidas convicciones revolucionarias. Lo toleraba fraternalmente. Pero hubo broncas impresionantes. El contestario que era, y es, provocó severas discusiones; hay referencias a una de ellas en un libro de quien considero el más autorizado para hablar o escribir del Che: Orlando Borrego, el libro es Che el camino del fuego. Borrego, como lo conocemos los guevarianos, ordenó inconsultamente grabar las exposiciones de los participantes incluyendo las intervenciones del Ministro que, felizmente, aceptó la decisión que ha permitido contar hoy con un material de inapreciable valor.
En la reunión del 10 de agosto de 1963 Edison arremetió contra el Ministerio manifestando, por ejemplo, que los directores de empresas no siempre planteaban las cosas por temor al Ministro. El Che respondió indignado…”cuando se me preguntó por Edison si yo todas las cosas las iba a contestar contesté que no…Ahora las cosas de Edison no solamente las tengo que contestar sino que debían haber contestado los compañeros. O aquí pasa una cosa muy mala, porque si los compañeros directores tienen miedo de plantear las cosas aquí, estamos ante una manada de ovejas donde hay un macho que es el compañero Edison.…al compañero Edison yo no le he aceptado las cosas porque no tiene razón cuando las plantea y sobretodo que no tiene razón en la forma de plantearlas”.
Consta en la grabación que Edison expresó: Yo hablo del caso específico de un análisis de la auditoría solicitado por usted al Director de Supervisión, compañero Borroto.
Entonces el Che, más sosegado respondió: ¡Ah, bueno! Entonces es muy distinta la cosa y eso es un caso concreto…
Pero la anécdota que yo más disfruto, la que me produce una sensación de alegría es cuando el Che botó (así lo decimos los cubanos popularmente) a Edison de Jefe de Departamento; el Argentino recibió un anónimo en donde se acusaba a Edison de amoríos. Edison aun hoy asegura que aquello fue la infamia de un cobarde. Pero el Argentino era implacable en cuanto a disciplina y ética. Edison fue sancionado a ir a dar pico y pala a Cayo Largo del Sur. Era un lugar para quien se equivocaba y ello no significaba que debiera ser instruido de cargos por un tribunal.
Edison cumplía mientras sus compañeros estaban preocupados. Oltuski y Borrego discutieron y decidieron que fuera el primero el que abordara la situación con el Che. Ante la preocupación de Enrique Oltuski por Edison, el Che con fina ironía le respondió:
-Claro que me acuerdo que Edison está en Cayo Largo. Pero sabes he descubierto en ti una nueva cualidad que yo desconocía: la solidaridad. Así que tú te vas por Edison para el Cayo y que él venga. Concluyó el Che.

Cuando regresó el sancionado creyendo haber concluido la sanción, el Che le dijo que la primera parte de la misma la había cumplido muy bien. Ahí empezó otra bronca al saber Edison que la cosa era por partes. Recibió la orden de ir ante sus subordinados y auto destituirse. Lo hizo porque lo indicaba el Che, pero de malas ganas. Debió entregar el carro. Partir de cero. Era fines de 1959, entonces Edison no había cumplido 30 años.
Se puede estar o no de acuerdo con el método del Che; yo lo aplaudo. Ese método debía volver a aplicarse y nunca se debió eliminar. Al que se equivoca sin delinquir, medida disciplinaria, al que delinque, en cualquier medida, sanción severa. Más severa mientras mas jerarquía. Ejemplo. El Che podía castigar por su ejemplaridad.
Las Oficinas donde se produjeron estos hechos estaban en donde radica hoy el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), Plaza de la Revolución, Edison estaba irritado preparándose para audestituirse de acuerdo a las indicaciones del Che. En la oficina estaba junto a la compañera, Cristy, a la que le dijo, mirando hacia el frente, y apuntando con su pistola:
-Tú verás donde voy a pegar un tiro.
Siguió con la pistola desenfundada…y se le escapó un tiro. Aquello motivó una alarma general. Fidel Castro estaba en una oficina encima de donde estaba Edison. Es comprensible el momento terrible por el que pasó el sancionado. Luego de eso jamás bromeo con una pistola y aconseja a los demás que no lo hagan. Él no lo hace con la suya.
A pesar de las ácidas discusiones el Che lo apreciaba; sobre todo por su honestidad. Edison admiraba y respetaba a su Jefe. Me ha contado que en una ocasión en Nicaro, ya de madrugada, el Che se acostó con uniforme y le pidió que lo despertara muy temprano. Edison fue a cumplir la orden, pero al llegar al lugar donde el Che dormía profundamente, como un niño dice él, no lo pudo despertar. Otro día Edison, que el Che sabía no era adulador, le ayudó a quitarse las botas. Tiró de la bota para liberarla del pie. O viceversa. Pero lo hizo con fuerza y el Jefe le dijo en voz alta:
-Coño, Edison me vas a arrancar la pata.
Antes de irse de Cuba el Che se despidió de Edison fraternalmente, sin que el joven subordinado supiera que era una despedida. El Che le puso una mano en el hombro y le dijo que al pasar el tiempo de seguro lo comprendería mejor.
El 7 de diciembre de 2010 Edison Velázquez y Juan Nuiry, uno de los jóvenes que con José Antonio Echeverría protagonizó el levantamiento del 13 de marzo de 1957 en La Habana, presidieron la ceremonia del cambio de flores en el Memorial Ernesto Guevara. Edison debió colocar la flor al Che y dirigirse a él, como es la tradición. Sin poder, ni querer, ocultar la emoción le dijo a su antiguo Jefe:
-Comandante.
Muchos años después de habernos despedido en La Habana vengo a rendirle homenaje sincero y respetuoso a usted y su Destacamento de Refuerzo; ya no lo irritaré en discusiones porque hace mucho tiempo comprendí la distancia que nos separaba, su altura, su grandeza.
Eso si tengo que decirle que, como antes, mantengo criterios como usted me enseñó. Sigo siendo un soldado a sus órdenes.
¡Hasta la victoria siempre!


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