sábado, 1 de enero de 2011

Oscar Chanquía, el 25 de agosto de 1993 y el 10 de diciembre de 2010.


El pasado 10 de diciembre llegué al aeropuerto de Catamarca, República Argentina; fui recibido por numerosas personas solidarias con Cuba, el Che y la Revolución Cubana. Allí estaban, entre otros, Joaquín Quiroga y Oscar Chanquía. Mi sorpresa fue ver unos ómnibus fantásticos con imágenes muy queridas del Che.
Siendo absolutamente sincero diré que he deplorado siempre ver imágenes del Che a las que se les de algún carácter comercial. Sin embargo, ante los ómnibus de la empresa 25 de Agosto tours, fundada en 1993, sentí una extraña sensación de solidaridad y hermandad.
Chanquía es socio gerente de esa empresa que hace un uso adecuado de la imagen venerada de su compatriota el Che Guevara, pues él es un divulgador de la obra del gran argentino; no es el tradicional empresario aislado de los trabajadores, refugiado en un despacho refrigerado y cómodo separado del mundo por una Secretaria ceñuda que opera con un valladar infranqueable.
La noche que nos despedimos Chanquía debió llegar luego de iniciado el acto porque estaba trabajando como soldador. Así, sencillamente sin ningún reparo. Quizá por ahí se localice el secreto de su éxito como empresario destacado en aquella provincia fronteriza con Chile. Alguna vez tendrán que elegirlo Empresario del Año.
Está claro que este hombre admira el Che de veras, en su actuar no hay sombra de egoísmo, razón por la cual tiene muchos gestos de altruismo sobre todo con los jóvenes. Con mi persona fue muy generoso, hospitalario y desinteresado. Si cumple su palabra, y eso no lo dudo, recibiré a sus hijos, su esposa o a él en la Ciudad del Che y les devolveré, en pequeña medida, sus atenciones.
A Chanquía le agradeceré siempre el gesto que tuvo ante mi deslumbramiento frente a la Virgen, reina y madre de los catamarqueños, pues me obsequió la bella imagen que ahora preside mi dormitorio en lugar destacado.
Oscar Chanquía y Don Acosta, a quien tuve el gusto de conocer, dirigen una empresa que presta un importante servicio a la comunidad; cuando sitúan las imágenes que muestran al Che trabajando con las botas repletas de lodo, hablando en Naciones Unidas o con su hija Hildita nos están trasmitiendo la ética, el espíritu de combate, la moral y el ejemplo del Guerrillero Heroico. Esa es una forma muy inteligente de llevar el mensaje guevariano a todos, pero sobre todo a los jóvenes, que tendrán que preguntar quien es ese Hombre. No faltará quien responda. Si fuera así, ahí están Chanquía o Quiroga.
Entre las cosas hermosas que traje de la tierra del Che, que fueron muchas, sobresalen el recuerdo de Chanquía y sus hijos, muy laboriosos también pues tienen el ejemplo en casa. Pienso que Oscar Chanquía seguirá cosechando éxitos personales y familiares y como es de los que luchan no una parte del tiempo sino todo el tiempo es un Hombre Imprescindible.
Feliz 2011 Chanquía y familia.
Santa Clara, Cuba, 29 de diciembre de 2010.

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